María Elena de la Cruz García...
Te vimos por primera vez el 19 de mayo de 2003 en nuestro hospital.
Una anemia intensa y difícil de manejar te trajo hasta nosotros. El diagnóstico: Lupus Eritematoso Sistémico.
Gracias a tu gran deseo de vivir y algunas medidas terapéuticas, saliste del coma, de la terapia intensiva y en unos días, del hospital.
Semanas después regresaste, llena de vida y color, con esa sonrisa enorme y contagiosa que siempre te acompañó.
Nos emocionó oirte decir que querías devolver el milagro de vivir, ayudando a otros en situación crítica igual que tú. Y que mejor que convertirse en enfermera!
Pues manos a la obra, sin importar enfermedad, distancia, limitaciones económicas.
Y fue así, como unos años después, regresaste convertida en enfermera. Orgullosa, elegante, sonriente, feliz. Dispuesta a cumplir a misión de la que estabas convencida, Dios te había encomendado.
Y así fue, por todos estos años! Los pacientes, nosotros tus compañeros, fuimos testigos de tu dedicación, devoción, amabilidad, ternura para todos. Nunca decir no, siempre dispuesta a doblar turno si era necesario.
Nunca importó enfermedad, Mahurkar, diálisis. Aquí estabas, con tu mejor sonrisa, embriagante y contagiosa, dispuesta a aliviar la carga de pacientes y compañeros.
Querida María Elena, es para todos un gran orgullo haberte tenido entre nosotros.
Hoy, mañana y siempre, vivirás en cada rincón de oncología pediátrica y de la UCIN de este hospital y, especialmente, en el corazón de cada uno de tus compañeros y amigos.
Descansa en paz!
12 mayo 2014.